PROTOCOLO BIENESTAR ANIMAL BY EL RANCHITO
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El presente protocolo se actualiza para reflejar las nuevas características del espectáculo «Ritmo a Caballo», celebrado en las instalaciones del Club Hípico El Ranchito, Torremolinos, Málaga. Este documento detalla las prácticas y condiciones que se siguen para asegurar el bienestar de los 20 caballos participantes, distribuidos en 6 números, durante y fuera de las presentaciones.
Días de espectáculo semanal: 1 solo pase de 90 minutos, donde ningún caballo repite número, excepto el primero que puede realizar hasta 2 números divididos en 15 minutos cada uno.
Alimentacion e hidratacion:
Cada caballo recibe de 3 a 5 raciones diarias, dependiendo de su dieta, situación veterinaria y / o la cantidad de entrenamiento un ejercicio que haya realizado dicha jornada. Además de darle complementos alimentarios como a todo deportista de élite que lo requiera para optimizar sus funciones motrices y salud.
En todos los boxes tienen un bebedero automático que dispensa agua fresca las 24 horas.
Veterinario y herraje:
Todas las semanas cada caballo del espectáculo recibe la visita del veterinario, para así prevenir cualquier tipo de enfermedad, dolencia u otros relacionados con la propia salud del mismo.
Al menor indicio o recomendación del veterinario de que no está en condiciones físicas o anímicas para realizar dicha tarea se toma el debido tiempo de descanso y bienestar para su más óptima recuperación.
Los herrajes se les coloca, siempre por el mismo profesional de confianza, y reemplaza acorde a los tiempos que marca su propia fisonomía o necesidad, ya que hay caballos que les crece más rápido o más lento los cascos.
Antes y después de cada monta, al caballo se le limpian y desinfectan los cascos, para evitar infecciones y malformaciones, son sus manos y pies y deben de estar siempre en la mejor condición posible.
Entrenamiento y ejercicio:
Los caballos aprenden única y exclusivamente por repetición, y al igual que los humanos, los hay que necesitan más o menos tiempo para aprender desde lo más básico hasta los ejercicios de alta escuela que se pueden ver en los espectáculos más vistosos.
Los martes y viernes, los ejemplares que están óptimos para realizar el espectáculo previa recomendación del veterinario, realizan sus entrenamientos específicos, con cada jinete o amazona , los cuales crean un vínculo especial durante años, un auténtico binomio artístico.
Los fines de semana disfrutan de varias horas de paddock al aire libre bajo supervisión, en este lugar pueden estar libres de cualquier útil y realizar diferentes movimientos a su antojo como trotar, galopar o saltar entre otros.
Dado el volumen de la música que se emite durante el espectáculo no se aprecia que el caballo entra en unión con el jinete o amazona, y estos le dan comandos de voz que el caballo entiende y transforma en un sutil ejercicio o cambio de dirección.
La fusta es un apoyo, que jamás se emplea con energía ni para corregir negativamente una mala acción o movimiento que realice, sino para guiar y apoyar al comando de voz en la dirección correcta. En la gran mayoría de las ocasiones no llega siquiera a tocar al caballo o simplemente le acaricia para que este la sienta y entienda lo que debe de realizar.
Después de cada sesión de entrenamiento y ejercicio al aire libre, pasa por la ducha para su limpieza exhaustiva y vuelta tras el secado a su box, se le alimenta y puede descansar tranquilamente.
Útiles y protecciones para la doma:
Todos los utensilios, sillas y herramientas que se usan para y con el caballo, son meticulosamente revisados antes de aplicarlos.
Los útiles que entran en contacto directamente sobre la piel del caballo, deben de tener protección acolchada para evitar cualquier tipo de daño o roce excesivo, evitando asi que sufra algún tipo de daño indeseado.
Si por cualquier motivo que fuera, un útil ha realizado un daño, herida o roce, el jinete o amazona le aplica siempre un protocolo de limpieza y desinfección, vigilando cuidadosamente que la herida o roce cicatrice correctamente.
Formación de los jinetes, amazonas y personal de cuadras:
El personal que trabaja con estos caballos están debidamente formados, siendo responsables y conocedores de la importancia del bienestar de estos animales, cuidándolos como si fueran sus hijos o hermanos en muchos casos, dada la cercanía sobre todo entre jinetes y caballos el vínculo emocional es muy fuerte, por lo que ponen todo su interés en aprender las mejores técnicas y cuidados.